Aquel huerto fue testigo del dolor d la traición uno de ellos había pactado el venderle en Maros 14-45 cuando vino se acerco a él y le dijo maestro, maestro y le beso.
Podemos considerar el pecado de judas como uno de los más terribles.
Pero no perdamos de vista que aun cada uno de nosotros en cierta forma también le entregamos a Jesús con un beso.
Cuando ocultamos que lo amamos o cuando no decimos que le conocemos.
El murió por el pecado de todos nosotros por mi traición yo fui culpable de su muerte el murió por mi y por ti.
Diría que en cierta forma también somos como el por pecar contra el hoy debemos darle lugar en nuestras vidas en nuestro corazón.
Recibirle y no negarle aceptarle y no rechazar esta jueves santo entrégale tu corazón no le vendas con un beso.
“te bendigo en el nombre de Jesús de Nazaret”
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